miércoles, 16 de enero de 2008

fotografo

Los hombres no son horas ni minutos,
ni menos ni huella ni vacíos,
No son dolores ni llantos que se derraman por un Dios muerto
los hombres son los restos del anacrónico corazón que perdió la luz,
cuanto te vio...
solo un hombre y no una conjunción di léxica
La madera con sus clavos desgarran tus pies e inmovilizan tus piernas,
para el fin de retener tu permanencia,
No hay días ni noches ni llantos de niños, no hay madre de quien dependan,
el útero esta vació,
solo en el avita un esperma esperando obturar la supervivencia.
Solo, solo, ni dos ni cuatro ni formulas para abrir tu piel,
ni las cebollas tiene tantos secretos.
Como un lobo caminar, huelles husmeas y estudias, no permites que te roben tu presa,
tu interior, tu alma.
Eh aquí el hombre homo ecco....el hombre sin ríos de whisky, sin telarañas enmarañando el camino.
Eh aquí el enajenado que miro de frente al dolor y le escupió...pero que sin querer se seco.
eh aquí el niño que jugo a ser adulto, entre sueño y sueños, casi se durmió.
El hombre que no necesita brazo ni piernas porque tiene una memoria...existe en ella...
no en eterna infamia de demencia temporales de simple allegados...
Es la memoria de la tierra y la memoria del corazón el mismo que robaste la luz el cual se desfaso en diafragma arrugas y flores.
Tu tienes aquel don porque dios derramo su dolor...
Eh aquí el hombre que mastico el ala de la mariposa y voló hacia el sol sin derretirse.
Eres el hombre y no humano....
el día y la noche pasaran, los epitafios roerán tus espaldas, los gusanos te diseccionaran pero tu reloj, tu corazón
y memoria siempre estarán.