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El
cristiano a punto de desgarrarse,
amenazado
por la camisa de fuerza.
Tramada
con los hilos de corrupción con manchas
de café.
Cada
hebra es consonante de palabras vacía,
que se retuercen en los brazos de la camilla.
Carcajadas;
payaso de angulosa y dilatada ligüística,
ocultándose bajo las faldas de las enfermeras.
La
risa abunda en la boca de los tontos, no.
Que
tan clarividente eres para manosear la camisa de fuerza y
tapizar
mis ventana
ya desteñidas, engruñadas,
por tu infame apuñalada al
lagrimal.
¡Abotonar! ¿ya sabes cual es ojal perfecto?
Otra
vez te has errado pequeño impostor
Otra
oportunidad y sigues buscando el
ojal…..
Tan
seguras que parecían tus manos
cuando
apuntaban a un individuo estupido.
De
pronto, Houdini, desaparecieron las
manos antes idolos de litio,
sodomizando tu orgullo una y otra vez.
Te
consuela con tu demagogia
total
ya sabes discernir entre un inteligente de un invesil y de
un deficiente mental.
Quienes con su sonrisa limpia de verborreas
oculta
su supuesta pobreza cognitiva.
Para que el intelectualoide le de una
limosna....
Lo
mira de reojo mientras copula con su aparato telefónico.
Así
diseccionado una parte de la escena,
censurándola,
Eligiendo
que desea ver.
Ese no es el botón del ojal…
.no
hay ojal, solo ataduras.
¡ Eres un miope!
Que
sucede; has adquirido el síndrome de inmuno estupidez(SIS),
algunos
chismoso dicen que es contagioso,
hasta podría
ser crónico.
Otro
dicen que es como la lepra,
debajo
de esa piel putrefacta hay algo verdadero;
carne
viva.
La cual es mas viva que la de tu antifaz de inquisidor de insulso,
de
por cierto no eres ni Jesús ni Buda ni Manson.
Mi
pequeño dictador de no mundos
que
teje redes con hilo de saliva,
que
aderezan pomposas frases.
Llenas
de fósiles ideas y en otros casos silencios de ultratumba,
cual
misterio provocan el embobamiento de la muchedumbre.
Por
favor has bien tu trabajo
o lo descontaran de tus pensamientos autónomos.
Vamos
aprieta bien fuerte,
para
que mis manos de mantequilla no puedan acariciarte.
Y
mi alma se extingas entre la asfixia de las ataduras,
por algo estoy aquí.
No
puedes..... excusas de que me acusas.
De
ser hija única,
de
ser poco femenina y no coquetearte.
Perdón
por no querer lamer alrededor de tu sien….
Tú
me juzgaste.
Es
la hora de los valientes,
de
quienes sólo su mundo es el peor.
Ya
termina de hacer mis ataduras, yo tengo
la piedra de la locura.
En
total mi visión no alcanza para ver mas allá que la luz reflejada y tu
ombligo.
Tengo
la certeza que alguna vez fuiste
un hoyo negro.
Dame
mis drogas y acabemos con todo
esto,
yo
tengo el arma perfecta
mi mente llenas de hormigas rojas y tú
tienes el numero Phi de la autopsia.
No
quiero flores.
