lunes, 4 de febrero de 2008
Reloj
El reloj se detuvo
Y la voz se esfumo,
Entre alientos de borrachos y vagabundos.
El anacrónico corazón besó,
Los emasculados pestilos de la flor.
Con la inocencia de un miraba a través del vidrio,
Como las calles digerían pasos y huellas
Dejadas por los feligreses.
Tic tac se oyó sus manos…donde nunca existió un rejoj.
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