25 años, 25 petalos,
25 son las edades que construyen mi conciencia
la costumbre de mi error y la decencia de mi prudencia
25 laureadas voces son las que reverberan en mi memoria
evocando locura y cordura.
¼ de siglo y yo continuo siendo una niña que juega a ser alquimista…
En inocencia, los componentes eran barro, flores, gin y cosas inofensivas…
ahora todo tiene probabilidades de explotar
envenenar o de darme la felicidad de mi verdad.
25 son los tonos y sinfonías
que encontrado en
amigos, hermanos, compañeros, almas errantes y nobles desconocidos…
todos con un decir…el cual se perpetua en mi pentagrama de recuerdo.
Mi corazón cual caja musical
llena de mecanismos, engranajes y tictac
Donde muchos pueden dar cuerda, pero pocos pueden afinar
cada vez con una diferente tonada.
25 son los colores de mi arcoiris
que se estremeces con acuarelas familiares, algunas excedente de color
otras expresivamente incoloras…
familia de trazos fuertes y en horas verdaderas con sutil sauce carboncillo trazos
25 motivo son por los que respiro en 1/6 de hora, agradezco…
tomo mi bicicleta y en 25 minutos siento que viajo contra las manecillas de reloj…